Para Andrés

Tu historia comienza con una sonrisa diferente, más o menos como un amanecer cálido de esos que invitan al juego.

Tu historia y la mía inician con un abrazo distinto, parecería ser que me pierdo sintiendo como tus brazos se enredan entre los míos.

Y así nuestra historia, está escribiéndose con letras saltarinas, coloreada con graciosas fantasías que me traen recorriendo otros mundos, tus mundos, alegóricos todos ellos, como si de un festejo eterno se tratara.

Basta con encontrarme al paso de tu mirada y todo se transforma, me arrancas un sonrisa de lo cual a veces ni siquiera soy consciente, y entonces siento tu mirada. Saberme el centro de tu atención me embelesa escondiéndome ansioso de que me encuentres.

Tu historia, que sea larga, más larga que la mía. Escríbela con varios cuentos de las profundas maravillas. Escríbela con tus sueños. Que nadie te detenga. Que sea tu historia y que llegue más allá de donde llegue la mía.

Para Gabriel

Hoy que te busco entre las galaxias, no habría de extrañarme que solo haya encontrado vacío. Hoy que navego en este vacío no se qué encontraría si pudiera avanzar un paso más allá. Cómo saber que avanzo si se perdieron atrás las estrellas que suponía me acompañarían. Dime, qué encontraría si avanzara un par de pasos más allá. Quizá encontraría ese miedo que se me perdió cuando fantaseaba en el espacio del cual hoy te adueñas.

Allí estás, tan lejos como mi antiguo planeta de sus estrellas, te miro, tan grande, tan brillante y tan distante. Qué hay más allá si avanzo en este vacío dejando atrás tantas estrellas,  tantas galaxias. Quizá encuentre la desbordante energía que alguna vez impulsó mi nave para encontrarte.

A veces no soporto navegar y navegar, creer que avanzo, mirarte y no alcanzar a tocarte. Aquí estás, no quiero perder más tiempo, qué pasa si avanzo un par de pasos más. Tal vez alcanzo a tocarte, tal vez alcanzo a abrazarte.